Asados Doña Rosa nació en un pequeño espacio en el Alto de Las Palmas en 1986. Desde la apertura del restaurante, la comida típica colombiana, hecha con amor y sacrificio, ha sido un éxito. La frase "si las iglesias se hacen a punta de empanadas, yo puedo hacer empanadas con lágrimas" surgió cuando nació su hijo menor. La empresa cuenta con más de 250 empleados al servicio de los clientes.